miércoles, 8 de diciembre de 2010

Viaje al recuerdo.

Al abrir esa puerta, vi todo lo que me rodeaba.
Me pasee por esa oscura habitación, llena de polvo, con una pequeña bombilla que parpadeaba y que me impedía ver el resto de esa oscura cámara.
Tenia curiosidad, por la cantidad de cosas guardadas que había.
En un momento dado tropecé con una especie de caja, que apenas no se distinguía el color por la capa de polvo que tenia. Y silenciosamente abrí ese baúl.
En segundos vi mi infancia, desde que era pequeña hasta los 9 años. A penas duro unos segundos, los suficientes para recordar todo, detalle a detalle, sin dejarme nada.
Al acordarme de estos años, pensé en mi inocencia, en mi manera de pensar y en todo lo que había cambiado.
Echaba de menos esa vida, esa vida cuya fue feliz en todo momento y que no quise olvidar, pero lo hice y no me di cuenta de que esa pequeña sonrisa inocente había desaparecido, y aunque quisiera encontrarla no podía, y pensaba que ojala volviera a ser pequeña, que volviera a esa niñez, donde solo quería ser feliz.
Cuando me recuperé después de estar largas horas reflexionando, seguí contemplando.
Descubrí una gran estantería llena de imágenes, llena de escritos, llena de sonrisas, de miradas, de amor.
Me di cuenta de los recuerdos sobre la persona que mas amaba en este mundo, y que no me importaba todo lo que nos separaba, con quererle y saber que era feliz, me alcanzaba para sentirme la chica mas afortunada de este universo, por conocer a la persona mas maravillosa que me hiciera sentir que era yo misma.
Al seguir mirando, me di cuenta de que esa oscura y fría habitación, eran mis recuerdos y que yo por mi bien quise olvidarlos para no sufrir y mirar al futuro.
Pero a veces la vida da muchas vueltas y aunque quieras mirar el futuro o el presente, cuando vuelves al pasado, te das cuenta de todo lo que has hecho y que no hay que dejarlo atrás, que hay que recordar con orgullo, porque es tu forma de ser, tu camino recorrido, tu vida.